28/02/2015 às 18h25min - Atualizada em 28/02/2015 às 18h25min

Mastitis por Micoplasma: Nueva amenaza a la lechería

En los últimos años, en gran parte debido a la intensificación de la producción lechera, comenzaron a detectarse algunos casos de mastitis causados por micoplasma, la cual es mucho más difícil de combatir que los tipos conocidos y representa una seria amenaza para los tambos.

LA INTENSIFICACION de la producción lechera trajo aparejado un aumento de la presencia de enfermedades de transmisión por contacto, entre ellas los distintos tipos de mastitis. Sin embargo, a comienzos de los años noventa comenzaron a detectarse en tambos de Estados Unidos, casos de un tipo de mastitis que no era posible curar con los antibióticos conocidos, lo que generó gran preocupación entre los productores lecheros de aquel país. Como era de esperar, la enfermedad se fue propagando y en 2000 fueron detectados los primeros casos en la Argentina, en la provincia de Buenos Aires, aunque no era posible hacer el cultivo del microorganismo porque no se contaba con las técnicas adecuadas.

Según explicó el Médico Veterinario Luis Calviño, del INTA Rafaela, “en 2008 a partir de un viaje de capacitación que hice a Estados Unidos, pusimos a punto las técnicas y en enero de 2009 hicimos el primer aislamiento en un tambo con problemas bastante serios en la provincia de Córdoba, en el cual el veterinario que trataba el caso sospechaba que era por micoplasma”. Actualmente, sólo el INTA Rafaela y la empresa Lactodiagnóstico Sur hacen el diagnóstico de esta enfermedad en el país.

CARACTERIZACION. Entre las características principales de la enfermedad se encuentra la rápida transmisión desde un cuarto a otro, a la vez que los agentes causales también pueden generar otras patologías.

Este tipo de mastitis está causado por micoplasma, que es un tipo de bacteria que no posee pared celular, por lo que muchos de los antibióticos, basados en la penicilina y que atacan la pared celular de las bacterias, no son efectivos. Entre los tipos de micoplasma que causan la mastitis se encuentran las variedades bovis, bovigenitalium, californicum, canadense y alkalenscens, aunque el primero de ellos es el más importante.

Según explicó Calviño, esta bacteria no sólo causa mastitis, que generalmente son muy severas, sino que puede causar problemas respiratorios, articulares, y en terneros puede causar otitis además de una serie de afecciones que pueden verse relacionadas. “Pero lo más frecuente son los problemas respiratorios y a veces los nerviosos” indicó.

En los Estados Unidos también se ha asociado la presencia de micoplasma con animales que han presentado casos de conjuntivitis, meningitis, abscesos, neumonía, inflamación vaginal y abortos, aunque no se pudo determinar totalmente la importancia de estas bacterias en el desarrollo de las patologías. Sin embargo, el veterinario indicó que “lo más importante es que es de difícil resolución, porque la terapia común que se hace para mastitis no tiene ningún efecto, por lo que hay que tomar otras medidas para controlarla”.

A partir de la primera detección, a fines de 2009 se hizo otra en la provincia de Córdoba, en el cual también había problemas articulares, un lote de animales con casos clínicos que no eran comunes y a su vez había animales que tenían artritis, por lo cual se aisló la bacteria desde leche del tanque y por líquido articular.

Generalmente el micoplasma ingresa al campo a través de la incorporación de animales infectados, por lo que es recomendable hacer análisis de células somáticas cuando los bovinos ingresan al tambo. Luego, los primeros síntomas que se pueden detectar en el rodeo son la aparición de terneros con infecciones en el sistema auditivo. Estos pueden no desarrollar mastitis clínica en su adultez, aunque si liberarán gran cantidad de bacterias en la leche que produzcan. En las vacas, la infección puede pasar rápidamente del sistema respiratorio hasta las ubres, a través del aire o por la corriente sanguinea. La transmisión entre distintas vacas puede ocurrir durante el ordeño o por contacto entre los animales, lo cual es facilitado en los tambos intensificados.

Cuando se sospecha de la presencia de la enfermedad, el diagnóstico es el paso obligado para estar seguro, para lo cual se hace un cultivo que es más largo y costoso que los tradicionales, “pero el costo que puede tener está más que justificado por la gravedad que puede alcanzar la enfermedad” indicó Calviño.

MORTANDAD. Si bien no hay casos de mortandad directamente atribuibles al micoplasma, estas bacterias pueden complicar otros problemas, principalmente respiratorios, causados por virus o por estrés y generar la muerte de los animales, sobre todo en terneros que están en la guachera o en recría, así como abortos generados por la infección de la placenta con las bacterias.

Es fundamental la desinfección a fondo de los pezones antes de colocar las pezoneras, usando los antibióticos indicados, ya que si se emplean aquellos que no matan a la bacteria, se corre el riesgo de fomentar el contagio. Luego hay que hacer un sellado correcto.

TRATAMIENTO. La cura de los animales es bastante complicada y los antibióticos tradicionales no tienen ningún efecto, por lo que inicialmente se indicaba sacar del rodeo a todos los animales infectados, ya sea sacrificándolos o manejándolos de forma separada, especialmente cuando la cantidad de animales infectados era muy alta, ya que las leche con micoplasma no afecta la salud del hombre, aunque es de baja calidad por la alta concentración de células somáticas.

El ingeniero Calviño describió que actualmente si se detecta micoplasma en un animal que no presenta mastitis, “se debe hacer antibiótico terapia, para lo cual se indican antibióticos que no sean betalactámicos, generalmente que sean promotores de última generación, por ejemplo las betaciclinas pueden tener más efectividad”.

Luego, los animales que ya presentan mastitis deben ser eliminados del rodeo para evitar el contagio de los demás, ya que la enfermedad es muy contagiosa.

Dado que el micoplasma se elimina por la leche, desde el INTA Rafaela están evaluando la leche del tanque de los tambos de la zona y ya han visitado 60 establecimientos, sin que se detecte la presencia de estas bacterias, mientras que la cantidad de casos en el país aún es muy reducida. Sin embargo, es importante tomar medidas preventivas para evitar que éstas ingresen a los establecimientos.

Como primera medida, cuando se van a comprar vacas, se puede pedir el análisis de la leche del tanque del establecimiento al que se comprarán, para conocer la presencia o no de la bacteria. Luego, es importante mantener un estricto control de la higiene en el momento del ordeño y ante la presencia de síntomas sospechosos, pedir el cultivo de la leche u otros fluidos de los animales. También es fundamental tratar de evitar el hacinamiento de los animales.

EXPERIENCIA. Los dos casos en los que trabajó el INTA Rafaela les permitieron obtener bastante información sobre la bacteria y cómo combatirla. En el primero de ellos, la enfermedad tuvo una rápida diseminación y el propietario terminó eliminando una gran cantidad de animales.

Calviño explicó que se generó una rutina para trabajar, “porque cultivar cada animal lleva tiempo y es caro, por lo que generamos una metodología para que, cuando apareciera un caso, el propietario lo trataba y si el animal no respondía y se asemejaba a los anteriores, e iba a la enfermería, para ralear a los animales que podían difundir la enfermedad. En total hubo que eliminar a unos 30 animales pero se pudo controlar”.

Por otro lado, en el segundo tambo fue en un grupo de animales y tuvo una rápida autolimitación, ya que eran vacas que se estaban secando y después fueron eliminadas.

Además, a los animales que tenían afecciones articulares se los separó y en poco tiempo se controló el brote.

Hoy también se están poniendo a punto las técnicas no sólo para aislar la bacteria sino también para identificarla a nivel molecular, para tener la seguridad de que lo que se tiene es micoplasma, porque, como afirmó Calviño, “hay bacterias que parecen micoplasmas y no son patógenos. Así, conociendo los síntomas más los resultados del diagnóstico molecular ya podemos tener certeza de que es micoplasma”.

Síntomas

Los síntomas clásicos de la presencia de micoplasma son los siguientes:

* Múltiples cuartos involucrados.

* Reducción dramática de la producción de leche.

* Las vacas aparecen como sanas pero tienen una mastitis severa.

* La leche tiene sedimentos arenosos o fluidos serosos.

Por otra parte, las vacas pueden desarrollar una infección subclínica y tener leche que aparece normal la mayor parte del tiempo. Estos casos pueden identificarse por un importante incremento en la cantidad de células somáticas.

Cuando se determina la presencia de micoplasma en leche, la vaca debe considerarse infectada, a pesar de que no haya otros síntomas visibles.


Autor: Santiago Rivas, Técnico en Producción Agro

Referências bibliográficas: 

Revista Super Campo


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