El exceso de lluvias provocó una caída mayor a la esperada en la remisión de leche a Conaprole. De los 3,3 millones de litros diarios previos al temporal llegan ahora alrededor de 2,8 millones de litros. Las reservas forrajeras se siguen perdiendo.
El directorio de la Cooperativa Nacional de Productores de Leche (Conaprole) está muy preocupado porque la caída en la remisión de leche es mayor a la esperada, pero más aún, porque los tambos están perdiendo las reservas forrajeras debido al clima y a los fuertes ataques de lagarta.
“Sin duda que la situación que está generando el exceso de lluvias es complicada y ya se está viendo en la remisión, donde pasamos de 3,3 millones de litros diarios que estaban llegando al comienzo de estos temporales y estamos ahora en 2,8 millones”, aseguró a El País el vicepresidente de Conaprole, Wilson Cabrera.
Más allá de los trastornos causados por el clima, se transita por la época del año en que la producción cae, porque los tambos preparan los pre-partos y las vacas son “secadas” previo al mismo. Los tambos también están teniendo problemas con la calidad de la leche, porque el barro hace aumentar la cantidad de células somáticas, signo de que las ubres están teniendo algún problema sanitario.
Días atrás, la cooperativa otorgó una bonificación a sus remitentes por los daños provocados por el exceso de lluvias en los tambos, llevando de $ 140 el kilo de sólidos a $ 147.
Lo que más preocupa a productores e industriales es lo que vendrá, porque las lluvias provocaron una pérdida de gran parte de las reservas forrajeras.
“Ahora no tenemos ni praderas y los sorgos forrajeros se pasaron. La calidad es muy mala. Todo eso son pérdidas para los productores y menor producción de leche”, explicó Cabrera.
