El presidente de la Cámara Uruguaya de Productores de Leche enfatizó que necesitan inyectarle fondos frescos al sector como oportunidad, para tener una contrapartida directa con devolución de impuestos a la exportación.
Horacio Leániz se refirió a las dificultades del sector y la necesidad de una inyección de fondos.
Este lunes la Cámara Uruguaya de Productores de Leche efectuó una conferencia de prensa para pronunciarse sobre la compleja realidad que vive el sector. En las últimas horas se sumó una nueva variable, Indulacsa (Industria Láctea Salteña S.A.) ha bajado el precio a productores, el cual se colocará en ésta segunda quincena de julio entre $ 4 y $ 4,30 por litro de leche.
“Para los productores remitentes a Indulacsa es un golpe bastante duro” subrayó Horacio Leániz, presidente de la Cámara Uruguaya de Productores de Leche. Manifestó que es un precio de “destrucción” y una forma de alejar del sector a los 300 productores remitentes de la empresa.
Entre Ecolatsa y Schreiber Foods recibían 800 mil litros de leche diarios que, al cerrar, se redistribuyeron. Indulacsa aceptó quedarse con el 70% de los productores que remitían a Ecolatsa y un par de meses después baja sus valores.
Mientras tanto, la compañía internacional acreedora de Indulacsa ha perdido mercados internacionales y la compañía salteña tampoco escapa de ello. Sin mercado interno, Indulacsa adquiere diariamente 400 mil litros.
Para el principal de la cámara, las empresas están renunciando a recibir leche porque la demanda está “absolutamente resentida” sin mercados en el exterior.
Se produce un “un cuello de botella que lo están padeciendo los remitentes y su entorno”, dijo Leániz, quien enfatiza en la dificultad de seguir más tiempo en éstas condiciones.
Paralelamente, el gobierno negocia un paquete de productos con Venezuela y la láctea radicada en Salto no ingresa en la conversación. El presidente de la cámara se pregunta por qué una firma con tales características no ingresa dentro de éste salvavidas. La empresa Algil Lácteos tiene su cuadro directivo a nivel internacional y en Uruguay sólo se manejan con gerencias, por lo que es difícil saber qué estrategia tiene la misma. Lo que queda claro, indicó Leániz, es que 300 productores, y 700 trabajadores, están recibiendo precios malos, lo que termina por cuestionar la viabilidad de los tambos.
Leániz se manifestó preocupado por los productores que comenzaron a preguntarse si será momento de enviar ganado a frigorífico, lo que en éste caso serían casi 30 mil vientres lecheros.
PARCHES
Sobre las posibles soluciones que se manejan por parte del gobierno, en primer lugar dijo que las transacciones con Venezuela “están por verse, yo no conozco exportaciones concretadas salvo un indicio de leche en polvo de Conaprole”.
Por otro lado, un tema que no es nuevo, es la competitividad del sector en un contexto internacional violento. Según Leániz, Uruguay está exportando como mínimo un 8% de impuestos, entre directos e indirectos. “Le estamos reclamando muchas de éstas cosas al gobierno desde hace tiempo y nos han mirado con ojo de vidrio”, comentó y agregó que desde la administración se habla de competitividad por tener acceso a mercados pero nunca de detienen en los costos.
El sector lechero tiene en la actualidad, fuera de los grandes emprendimientos, una deuda registrada en el Banco Central de U$S 180.000.000. En ese contexto, dijo que si se ingresa en ésta coyuntura a un circuito de deuda propia, “evidentemente creceremos en nuestra deuda un 50% de forma automática”.
UNA OPORTUNIDAD
El presidente de la Cámara Uruguaya de Productores de Leche enfatizó que necesitan “inyectarle fondos frescos al sector” como oportunidad, para tener una contrapartida directa con devolución de impuestos a la exportación. Porque si la leche debe seguir exportando los impuestos, “somos boletas todos”.
Audio: Fernando Marguery
Redacción: Damián Musso Sosa
