En 2014 la balanza comercial brasileña de productos lácteos registró un déficit de apenas 110 millones de dólares versus 484 millones en 2013, indicó el sitio Valor Soja en un informe.
Este adelanto brasileño fue merced a un crecimiento sostenido de la producción que permitió incrementar las exportaciones para aprovechar los altos precios internacionales vigentes en el primer tramo del año pasado.
Las ventas externas de lácteos brasileños en 2014 generaron ingresos de divisas por 346 millones de dólares contra 117 millones en 2013, según datos oficiales del Ministerio de Agricultura de Brasil.
El principal cliente, por lejos, fue Venezuela con ventas en 2014 de 189 millones de dólares, contra apenas 21 millones de dólares en 2013), seguido por Argelia con 39,1 millones de dólares (en 2013 había vendido sólo 578.000 dólares a la nación africana).
“En ambos destinos la industria láctea brasileña compite con sus pares argentinos y uruguayos”, sostuvo el informe de Valor Soja.
El año pasado además cayeron las importaciones de lácteos con compras por 456 millones de dólares respecto de los 602 millones de dólares en 2013.
Un dato llamativo es que las colocaciones, medidas en valor, de lácteos argentinos y uruguayos en Brasil cayeron 17% y 42% respectivamente.
Pero las importaciones de productos procedentes de Nueva Zelanda a Brasil(fundamentalmente derivados lácteos de alto valor agregado) crecieron 57% al pasar de 7,9 a 12,5 millones de dólares.
Mientras la producción de leche en Argentina se estancó, en Brasil ha crecido de una manera descomunal en los últimos años y así en 2014 se estima que habría alcanzado los 37.000 millones de litros contra 34.255 millones en 2013 y 27.585 millones en 2008.
“Pero producir leche en una zona subtropical no es tarea sencilla porque se requiere un esfuerzo enorme para garantizar que el producto llegue a una planta industrial en condiciones sanitarias adecuadas, motivo por el cual buena parte de la producción se procesa localmente de manera artesanal”, manifestó el reporte.
A pesar de que las grandes distancias y caminos y rutas en estado pésimo tampoco ayudan, las autoridades municipales brasileñas incrementan, año tras año, la cantidad de establecimientos habilitados para entregar leche a industrias certificadas.
