“Voy a tratar de hacer un acuerdo lácteo con China de la manera que sea”, dijo el presidente José Mujica al cierre de esta Expo Prado. Y las razones son claras.
En el actual escenario Uruguay enfrentará en cuatro a cinco años desventajas relevantes frente a otros competidores en el mercado chino. La industria láctea ha planteado al Instituto Nacional de la Leche (INALE) su interés en alcanzar beneficios arancelarios en China y otras regiones.
Así lo dijo Gabriel Bagnato, secretario ejecutivo del instituto, en contacto con el programa Tiempo de Cambio de radio Rural. Uruguay tiene un arancel del 10% para el ingreso de lácteos a al principal demandante mundial de lácteos. Nueva Zelanda hoy paga un arancel del orden de 6% pero tiene un acuerdo con Beijing que va bajando gradualmente el arancel hasta llegar a cero en 2019.
Ampliar el ingreso general de alimentos puede ser una punta para encontrar un beneficio para los lácteos, explicó Bagnato. Uruguay ha trabajado en la normativa para cumplir las exigencias sanitarias logrando la ratificación en la habilitación de 17 plantas que pueden exportar a China. Para Bagnato hay una puerta abierta a la negociación para alcanzar un acuerdo que beneficie a ambos países.
