Las autoridades deberían aplicar controles más rigurosos con la leche en polvo y otros productos lácteos que se importan desde Nueva Zelanda, luego que se detectaran bacterias en partidas de esos alimentos, que pueden causar botulismo, enfermedad que paraliza los músculos, y que es causada por una toxina.
La advertencia la hizo el presidente de la Asociación Dominicana de Productores de Leche (APROLECHE), Eric Rivero, quien dijo que se debe tener pendiente que todos los casos de productos alimentarios que importa el país tienen que estar sujetos a revisión sanitaria, y dijo que las autoridades deben exhortar a la población a que consuma alimentos de producción local.
Consideró que los productores nacionales han estado marginados en lo que respecta a ofrecerles apoyo oficial, que por el contrario se han incentivado las importaciones de rubros alimenticios que se producen en el país, y que no ha habido una política pública dirigida a proteger la producción nacional.
Sin embargo, Rivero dijo que hasta hace poco los ganaderos y otros productores no tenían una política de acercamiento y apoyo con las autoridades del sector agropecuario official, pero que “ahora estamos trabajando en ese sentido”.
“Toda importación de leche debe ser debidamente regulada, debido a que hay problemas a nivel mundial con los tipos de envases que se utilizan”.
Sobre el particular también se pronunció el presidente de la Asociación Dominicana de Hacendados y Agricultores (ADHA), Cesáreo Contreras, quien dijo que las autoridades deben aplicar controles a la leche importada.
Ambos dirigentes coincidieron en la necesidad de que la Dirección de Aduanas, los ministerios de Agricultura e Industria y Comercio, y el Instituto Nacional de Defensa al Consumidor (ProConsumidor) apliquen los controles y regulaciones para impedir que el país se convierta en especie de zafacón de productos de calidad cuestionada, como en el caso de leche en polvo y líquida procedentes de mercados en los que se ha detectado alguna enfermedad.
Rivero y Contreras hablaron a propósito de que en Nueva Zelanda las autoridades de ese país anunciaron un retiro de hasta mil toneladas de productos lácteos en siete países, después que una empresa anunciara que los análisis de laboratorios detectaron bacterias que pueden causar botulismo, una intoxicación causada por la bacteria Clostridium botulinum.
El presidente de Aproleche expuso que en países exportadores de leche se detectó que varios lácteos contenían bacterias, obligando a las autoridades de Nueva Zelanda a prohibir su comercialización.
El pasado día 3 el Ministerio de Industrias Primarias de Nueva Zelanda informó que los productos contaminados incluyen leche en polvo, bebidas para deportistas, de proteínas y otras. Indicó que los países afectados además Nueva Zelanda incluyen a China, Australia, Tailandia, Malasia, Vietnam y Arabia Saudita.
La firma neozelandesa Fonterra, uno de los mayores exportadores de productos lácteos del mundo, se disculpó en días recientes con sus clientes chinos por la contaminación de algunos de sus productos importados, tras hallar en éstos una bacteria que puede provocar botulismo.
Fonterra indicó que había vendido a ocho clientes -cuyos nombres no ha revelado- concentrado de la proteína del suero de leche sospechoso de estar contaminado debido a una cañería sucia en una de sus plantas.
La marca publicó en su página web en China que tratará de hacer todo lo posible para alertar a los consumidores y manifestó su esperanza de poder solucionar cuanto antes el problema.
La Administración General de Supervisión de Calidad, Inspección y Cuarentena de China publicó hace una semana una lista de cuatro empresas chinas que habían comenzado a retirar los productos alimenticios del mercado chino, desde leche en polvo hasta algunas bebidas energéticas, además de paralizar las importaciones.
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