La meta no es generar nuevas delicatessen, sino productos más accesibles y de alta frecuencia de consumo.
Si Francia, Italia, Grecia y otros países cuentan con una larga tradición de productos elaborados con leche de oveja y un alto consumo, ¿por qué la Argentina no podría comenzar a crecer en este segmento, con una mayor diversidad de quesos y otros derivados del tambo ovino? Entre estos últimos se cuentan el yogur y la ricota, que además poseen propiedades anticancerígenas y menos colesterol.
El potencial existe, aseguran investigadores del Grupo de Estudio y Trabajo en Producción Ovina de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba). Desde hace un tiempo vienen trabajando en mejorar la nutrición de las ovejas para generar alimentos nutracéuticos (más saludables para el consumo humano) y en la elaboración de nuevos productos lácteos derivados de esos pequeños rumiantes.
“En la Argentina, históricamente los sistemas pecuarios tienen un componente pastoril muy grande. Si bien hoy se están usando más concentrados, la inclusión del forraje en las dietas de los animales genera grandes ventajas, porque permite disminuir el costo de producción y, al mismo tiempo, mejorar la calidad de la leche”, sostuvo Marisa Wawrzkiewicz, docente de la Cátedra de Nutrición Animal de la Fauba.
“Cuanto más forraje aparezca en la dieta de los animales, el producto lácteo final va a contener una mayor proporción de ácidos grasos beneficiosos para la salud humana, que permiten reducir el colesterol y disminuir el riesgo de contraer cáncer, por ejemplo”, dijo.
Las investigaciones sobre la calidad de la leche y la nutrición de los animales son realizadas en conjunto por las cátedras de Producción Lechera, Nutrición Animal, Ovinos y Mejoramiento Genético Animal de la Fauba. Los estudios también se concentran en generar nuevos productos derivados de la leche de oveja.
"Buscamos alternativas a los quesos que generalmente llegan al mercado, y para eso estamos elaborando ricota y yogur con leche de oveja”, dijo Wawrzkiewicz. La meta no es generar nuevas delicatessen , sino productos más accesibles y de alta frecuencia de consumo.