Crece la preocupación en el sector lácteo por la liquidación de tambos, en su gran mayoría de productores familiares.
Al avance de la agricultura se suman los conflictos con la industria láctea y la falta de recambio generacional.“Todos los meses hay remates de establecimientos lecheros. Lo más común es que se trate de productores de pequeño porte que venden sus animales y maquinaria, y arriendan sus campos a agricultores”, indicó el secretario de la Intergremial de Productores de Leche (IPL), Martín Lindholm.
El gremialista manifestó que la situación es todavía peor en el caso de los tamberos arrendatarios, que son alrededor de la mitad de los existentes.
Estos liquidan sus activos, y luego de ello no tienen la posibilidad de obtener una renta mensual por el campo que explotaban.
A la hora de citar las causas de este fenómeno Lindholm señaló al recambio generacional como uno de los mayores problemas. “Existen muchos tamberos de avanzada edad que les cuesta cada vez más atender sus establecimientos”, afirmó. “Sus hijos por distintos motivos no están interesados en continuar en esta práctica”, añadió.
El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL), Eduardo Viera, coincidió sobre los problemas de recambio generacional. “Los hijos de los tamberos no encuentran su lugar en este trabajo, emigran a las ciudades, se radican allí y luego ya no regresan”, sostuvo.
Viera afirmó que a esto se suma que es difícil conseguir mano de obra calificada, pese a que los sueldos que se pagan son superior a los de otras prácticas rurales.
Si bien, indicó, la lechería posee hoy buenos precios, también cuenta con costos muy altos, y una gran incertidumbre hacia el futuro.
“Lo más fácil, pese a que muchos no desean hacerlo, es liquidar el tambo, arrendar el campo y no correr riesgos. Se está trabajando con márgenes muy estrechos, muy al límite”, explicó el titular de ANPL.
Los conflictos con los trabajadores de la industria láctea son señalados por Viera como otra de las causas para que los tamberos de menor porte queden por el camino.
“Los productores, sobre todo los más pequeños, nos sentimos rehenes y desprotegidos. Cada vez (los trabajadores de la industria) consiguen más cosas, que nosotros tenemos que absorber económicamente, mientras nuestros márgenes no crecen”, opinó.
“Preocupa y entristece”, dijo que cada vez “más tamberos queden por el camino. Esto es un cambio con serias consecuencias sociales. Estas personas luego de abandonar su lugar no saben qué hacer”.
Más leche en menos manos
La concentración es otro de los aspectos que se están dando en la lechería. Además de los agricultores, los tamberos de gran porte son quienes se quedan con las tierras que dejan los de menor tamaño. Los grandes tamberos, explicaron los entrevistados, tienen un mayor respaldo económico para soportar malos momentos, así como la posibilidad de comprar insumos en mayor escala, abaratando así los costos de producción. Estos tamberos dedican parte de la tierra que trabajan a la agricultura, tanto para alimentar su rodeo, como para diversificar los riesgos, y aumentar sus ingresos.
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