El producto que sufrirá el ajuste más bajo en el precio es el sachet de leche, que pasará a costar, a la salida de la fábrica, un 7 por ciento más caro. Detrás le seguirán los lácteos considerados de “mediana necesidad”, con incrementos en torno al 12 por ciento.
La línea Premium, integrados por los yogures y postrecitos, verá retocada la lista de sus valores entre el 12 y el 18 por ciento, según informa un matutino porteño.
Estas nuevas cifras fueron aprobadas por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien mantuvo distintas reuniones a comienzos de año con representantes de la industria láctea.
Desde el sector aclararon que la suba “se aplicará al precio de los productos a la salida de fábrica”, lo que implica que cuando lleguen a las góndolas podrían tener valores mayores.