En vista del gran potencial de Paraguay para la explotación del rubro lácteo, empresarios de Nueva Zelanda vienen estudiando la posibilidad de instalar una industria el país.
“Después de la visita a Paraguay por parte de un grupo de expertos neocelandeses durante el mes de septiembre de 2010, se confirmó el gran potencial que tiene este país para desarrollar proyectos lácteos de gran magnitud a costos de producción realmente competitivos y con un impacto extraordinario en la o las regiones donde estas iniciativas sean desarrolladas”, afirmó el gerente de negocios para el desarrollo de Nueva Zelanda, Ing. Julián Andrés Ramírez Luna.
La primera intención de los empresarios es buscar socios paraguayos para emprendimientos conjuntos; específicamente, producir e industrializar leche líquida o en polvo. En nuestro país, el consumo de leche es de 90 cc por persona por día, cuando lo recomendado por la OMS son 350 cc/día, por lo que la industria podría incluso exportar a otros países.
Ramírez dio como ejemplo de desarrollo en el sector lácteo a la región de la Isla Sur, “que hoy es parte fundamental del progreso de Nueva Zelanda”. “Esta región, ubicada en el extremo sur de la Isla Sur y muy cerca al Antártico, estaba económicamente muerta en 1990. Hoy es vibrante, con una población casi totalmente empleada. El rápido crecimiento en fincas lecheras ha sido el factor clave, de la mano con la generación de bienestar para los pobladores de estas regiones, quienes antes de este desarrollo agroempresarial no tenían un futuro claro”, explicó.
En ese sentido, mencionó que este caso de éxito “se publicó el 4 de diciembre pasado en una de las más importantes revistas especializadas en ganadería en Irlanda (Irish Farmers Journal)”.
“Este artículo (cuya versión en castellano se puede leer en ABC Digital) es una invitación para analizar al interior del sector privado y público paraguayo una alternativa viable para el desarrollo de regiones enteras, utilizando nuevos desarrollos agroempresariales que incluyen a la población en el proyecto productivo y comercial, lo que asegura sostenibilidad a largo plazo y elimina los problemas que se generan con la implementación de sistemas que solo incluyen la entrega de tierras a desposeídos, sin apalancar esta estrategia en el involucramiento de estas en el sistema productivo comercial de la región”, destacó.
