A pesar de algún comunicado que hablaba ya desde el año pasado de un estado de alerta y movilización por los precios por litro que se estaban pagando por la leche, no ha habido demasiadas novedades del caso a nivel nacional.
Mientras el subsecretario de Lechería, Jorge Videla cree que las cifras son extraordinarias, en los tambos hay una actitud de espera que se definirá con el correr de las semanas, con el contagio del resto de las producciones, o simplemente quedará en lo que un dirigente llama “la bandera constante” del reclamo.
Santa Fe cerró diciembre con 1,37 pesos para las cifras de referencia y en definitiva este fue el pago que se hizo en general, centavos más o menos en todo el país.
Este clima de cierta quietud se vivió ayer en la primera reunión del año de la Mesa Nacional de Productores de Leche, donde se aprovechó el encuentro de 14 entidades para relevar la situación de un verano que llegó luego de cerrar un año donde el nivel productivo fue bueno, sin poder dispararse el balance mucho más allá de los ya clásicos diez mil millones de litros anuales, a pesar de lo que desde el Ministerio de Agricultura se intente trasladar, porque está claro que si nuestros vecinos Brasil y Uruguay en todo el tiempo que nosotros nos estancamos, crecieron, alguna traba importante existe para evitar un sincero despegue.
La reunión de la MNPL que se hizo en Buenos Aires, tuvo como objetivo reestructurar los cargos dirigenciales, quedando como coordinador José Di Nucci, cocoordinador Eduardo García Maritano; como secretario Ezequiel De Freijo; y secretario adjunto, Juan Linari.
Existió una confirmación de la tendencia que se viene construyendo desde el año pasado, en la que las grandes industrias se combinan con las pequeñas y medianas, comprándoles materia prima, liberando algunos puntos del mercado interno para que se desempeñen; y sacando al exterior parte de esta idea conjunta de labor, con lo cual existe una descompresión para el abastecimiento y también cierto equilibrio en los precios pagados al productor.
Por supuesto que no se obvió el tema de la liquidación única, el proyecto que lleva el sello político de Videla y de Roberto Socín, que se originara en el seno más abarcativo de la lechería, para encaminar la forma de pago de las empresas. Si bien esto tiene un trasfondo recaudatorio, que no está nada mal, para blanquear aún más el negocio lechero, existen aún algunos que no están del todo convencidos con esta aplicación, que teóricamente en un mes debería estar funcionando.
El tan reiterado ordenamiento tiene un atisbo de inicio en la liquidación única, que dará comienzo con bastantes falencias, pero de ser corregidas sobre la marcha, le podrían dar al sector un privilegio superador.
En este sentido, también hay avances en la futura cotización en bolsa de la leche, en su formato de mercado a futuro, para lo cual siguen las reuniones de lineamiento, para poder en funcionamiento este sistema de venta, propuesto a la entidad por un privado, y que hoy ya tomó camino netamente institucional.
Finalmente, cabe actualizar que el Plan Estratégico de la Lechería cumplirá con su primer encuentro del año el próximo jueves 17, en el cual se intentará retomar la fase de comercialización de esta planificación que pretende duplicar para 2020 la producción de leche nacional, pero aplicando pautas de ajuste en todos los eslabones de la cadena, aunque actualmente la industria se escape un poco de los debates de comercialización.
Del cuidado y de la revitalización que en estos primeros meses del año se le dé al Plan dependerá su trascendencia, que desde 2009 quiere ser derribada desde ámbitos gubernamentales, pero por una buena estructura de base resiste y deberá trascender, mucho más allá de la idea difuminada del Plan Estratégico Agroalimentario.
UNA GOTITA
El martes se dieron a conocer no muchos más detalles de los créditos que la señora Presidente prometió para el sector lácteo, con una supuesta ampliación de disponibilidad de capital. Parece ser que fue gracioso escuchar a un dirigente cordobés echar del recinto a otro representante de los tamberos nacionales, con la consiguiente desestimación de su plena representación en esa provincia. Por suerte todavía quedan algunos que ordenan, al menos en lo inmediato, la injerencia de los supuestos poderes de una franja ejecutiva. Eso sí, parece que el responsable del área lechera, sin emitir palabra, aceptó el intercambio.
Por Elida Thiery (redacción LA OPINION).
