Como asesor de tambos observo que ante la situación de altos precios de la soja y precio de la leche estable, los productores lecheros buscan alternativas para bajar los costos de alimentación.
La clave, sin embargo, es aumentar la eficiencia de utilización de los nutrientes sin afectar la calidad de la ración. El principal nutriente que podemos aumentar la eficiencia es la proteína, dado el alto costo.
Hoy disponemos de herramientas tecnológicas para aumentar la eficiencia económica de la alimentación sin disminuir la calidad de la dieta de las vacas. Una de ellas es el uso de metionina protegida para balancear por aminoácidos y disminuir el uso de fuentes proteicas de alto costo.
El objetivo es hacer más eficiente la dieta del tambo desde el uso del nitrógeno y de los costos de alimentación, alimentando menos proteína bruta y logrando una mayor eficiencia en la absorción de la proteína metabolizable.
Una alternativa concreta para obtener estos beneficios consiste en utilizar menos soja y balancear por el aminoácido metionina, reducir la inclusión de soja, sostener la misma producción de leche y aumentar la eficiencia económica de la alimentación. Las modificaciones a la dieta incluyen: 1) bajar 1 kg de soja, 2) incluir metionina en los minerales, 3) subir 1 kg de grano de maíz. Esto permite ahorrar 0,82 $/vaca/día o 300.000 $/año en un tambo de 1000 vacas sosteniendo la misma producción de leche. Ante la actual situación de márgenes ajustados en los tambos, este tipo de tecnologías nos permite ayudar a los productores a ser más eficientes desde el punto de vista económico y mantener la calidad nutricional de las dietas.
Por Fernando Bargo | LA NACION
