Se empezó a trabajar en la guía hace un año y ha involucrado a amplios sectores de la industria láctea, así como a entidades externas incluyendo la (FAO) “Food and Agriculture Organisation” y la plataforma (SAI) “Sustainable Agriculture Initiative”.
El resultado es una metodología estándar de valoración del ciclo de vida en el sector lácteo, que va desde la granja hasta la mesa. IDF, dijo que desarrolló el documento para proporcionar a la industria de un único y consistente enfoque a la valoración del ciclo de vida (LCA).
Explicando la necesidad de tal documento, un portavoz de IDF afirmó que “después de la revisión de proyectos existentes sobre la huella del carbono en el sector lácteo, el Equipo de Acción en la guía de LCA encontró un gran número de iniciativas, pero estos estudios usaban una variedad de metodologías que llevaban a una confusión de datos que no permitían que fueran comparables dichos datos entre los diferentes estudios. La metodología establecida en la Guía está diseñada para poner las bases para estudios rigurosos de LCA, que sean a la vez globalmente comparables y consistentes.”
La oportunidad de evitar emisiones
Además de proporcionar una mayor transparencia, se espera que la adopción de la guía permita a los granjeros y procesadores identificar oportunidades para reducir las emisiones de carbono.
Desde el IDF afirmaron: “por ejemplo, un procesador ahora podrá comparar con fiabilidad la huella producida en sus diferentes plantas para manufacturar el mismo producto y en consecuencia, la guía ayudará a los procesadores a entender donde están los impactos principales dentro del proceso de manufactura de un producto dado, e identificar lo que se puede mejorar.”
Desde el IDF se está animando a todos los actores del sector lácteo a asumir y promocionar la nueva guía. Indicó, que hasta ahora la guía ha sido recibida muy positivamente por productores, procesadores y compañías, muchos de los cuales habían estado esperando un documento común.
