19/12/2016 às 16h27min - Atualizada em 19/12/2016 às 16h27min

El desafío de mantener volumen y calidad en producción lechera durante el verano

Por Ing. Agr. MBA Javier Ciliuti
Director Agrotech

Mantener los niveles de producción de leche luego del pico de primavera es el gran desafío de todo tambero. El verano trae consigo altas temperaturas, déficit hídrico, pérdida de calidad de las pasturas y, como consecuencia, disminución de la producción individual y de la composición de la leche.

Se estima que cuando la temperatura máxima supera los 25ºC, el ambiente es estresante para los animales. Las altas temperaturas y elevada humedad relativa afecta a los animales reduciendo la pérdida de calor por evaporación a través de la piel y del tracto respiratorio, incrementando el nivel de estrés. Cuanto mayor es el nivel de producción, más sensible es el animal al estrés térmico y, por lo tanto, más marcada será la disminución de su rendimiento. En vacas tipo Holstein americano de alta producción el rendimiento de leche puede disminuir hasta un 25%. Sin embargo,  la raza Jersey y sus cruzas son más resistentes a las altas temperaturas.

El primer efecto que produce el estrés calórico es la disminución de consumo y el consecuente desbalance energético por menor disponibilidad de nutrientes. A esto también se le suman las menores concentraciones de nutrientes en las pasturas (menor digestibilidad y menor contenido proteico).

Desde el punto de vista de la calidad de leche, el estrés por calor representa un factor negativo, debido a que los trastornos digestivos y metabólicos traen como consecuencia alteraciones en su composición química con disminuciones importantes en los sólidos en leche.

Por otra parte, durante la estación cálida pueden ocurrir pérdidas de eficiencia reproductiva dado que en vacas estresadas se reduce significativamente la intensidad de los celos lo que conlleva a un aumento de celos “no observados”, y puede disminuir marcadamente la tasa de concepción.

Medidas a tomar para mantener los niveles productivos en verano

  • La primera medida que se debe tomar es la reducción de la temperatura corporal de los animales ya que afecta directamente el nivel de consumo. Por ello la disponibilidad de áreas de descanso con sombra natural es de lo más efectivo dado que no sólo disminuye la incidencia de la radiación, sino que también produce una disminución de la temperatura del aire por la evaporación de agua desde las hojas. También una buena alternativa es la sombra artificial con estructuras basadas en la utilización de redes plásticas (“80%”) en dichas zonas, así como también en el corral de espera en la sala de ordeñe. A su vez se puede mejorar esta alternativa con aspersores y ventiladores para un mayor refrescado.
  • La disponibilidad de agua puede transformarse en una de las principales limitantes para vacas de alta producción, ya que éstas son capaces de beber más de 100 litros por día. EI abastecimiento de agua debe incrementarse en un 30 a 50% durante el verano. La calidad del agua es, con frecuencia, una de las causas que limitan su ingestión. Para evitar mermas importantes en la producción las características químicas, físicas y bacteriológicas del agua deben ser cuidadosa y periódicamente evaluadas.
  • En estrés térmico las dietas con altos contenidos en fibra de lenta tasa de digestión, comunes de encontrar en las pasturas de verano, aumentan la producción de calor y, en consecuencia, la temperatura corporal de los animales, por la fermentación y el metabolismo de cantidades excesivas de fibra. Toda formulación de dieta que Ileve a una óptima fermentación ruminal será beneficiosa para un balance positivo de energía. Si en las dietas se suministra proteínas de alta degradabilidad ruminal, sin una concomitante fuente de carbohidratos rápidamente degradables en rumen, el animal necesitará energía extra para detoxificar los excesos de urea, situación también bastante común en sistemas pastoriles. La principal consecuencia de estos desbalances es la disminución en la síntesis de proteína microbiana que es la principal fuente de proteínas lácteas. Una mayor densidad energética y raciones mejor balanceadas mejora el consumo y disminuye el calor metabólico.
  • Es conveniente además, incrementar la frecuencia de suministro de alimentos debido a que los animales bajo estrés tienen su apetito deprimido y serán incapaces de consumir todo lo que necesitan en unas pocas comidas diarias.
  • Es conveniente disminuir la cantidad de vacas en lactancias tempranas (partos de fines de primavera) ya que éstas son las que poseen altos requerimientos y por supuesto serán las más afectadas en el verano por no lograr cubrir sus requerimientos.

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